Felipe Pinglo |
Cómo dejar de enviarle un saludo especial a nuestra Lima, la capital del Perú. Aquella que aprendimos a amar desde nuestra niñez y que celebraba cada aniversario en la Pampa de Amancaes. Pertenezco a la generación de limeños que nacimos de gente provinciana. Creo que somos la gran mayoría de peruanos que radicamos en esta vieja ciudad y la hemos aprendido a querer, como lo hicieron nuestros padres. Llegaron muy jóvenes, mi madre niña y se convirtió en una verdadera mazamorrera con garbo y lisura.
Jesús Vásquez |
Lima es nuestro orgullo. Hemos respirado muchos años de nuestra existencia, el aire de Monserrate y los Barrios Altos. Cuántas jaranas en Abajo del Puente y entre curdas y criollos de buena ley. Hemos bailado el vals, de punta y taco. Danzado las polcas, con toda la alegría para transportarnos en pisos de madera antígua y sintiendo el paso del tranvía, haciendo temblar las estructuras de nuestras viejas casonas. El centro de Lima fue nuestro atractivo principal y en especial el Jirón de la Unión.
Pedro Espinel |
Las más hermosas damitas de nuestra sociedad, concurrían a hacer sus compras y vestimentas en las tiendas que expendían telas de corte inglés y los caballeros, su famoso casimir. Nada había sintético. Las mujeres, verdaderas por donde se las mirara. ¡Qué garbo! Aquel Jirón de la Unión, era una exhibición de belleza y elegancia. El sombrero distinguía a los caballeros y en cada restaurant, sitios para colgar el abrigo, el bastón y el sombrero. Todavía existen algunos lugares, pero ya no son lo mismo.
Rosita Ascoy |
Sin embargo, observando fotografías tan antíguas como su existencia, nos demuestran que en ciertos lugares la Lima nuestra no ha cambiado. Visite la zona del Coliseo de Acho y en ese Paseo de Aguas, imagínense a la Perricholi y Amat. El Paseo de los Descalzos, nos llena de nostalgias porque allí llegábamos frecuentemente con nuestros padres. Sus rejas y estatuas nos invitan a recordar un pasado histórico maravilloso. Aún evoco un Congreso Eucarístico y la multitud de gente creyente, rezando.
Filomeno Ormeño |
En Cocharcas teníamos un tío que contrataba músicos y él les proporcionaba los instrumewntos. Había piano, batería, guitarras, castañuelas y hasta trompetas. Jaranas de amanecida y durante tres días. Una Lima que se fue y añoro. La Lima de los pasodobles españoles y las mazurcas tan elegantes y cadenciosas. Esa Lima es la que me dio vida. Nací en uno de sus barrios humildes, mi Surquillo querido, y en el club social "Ricardo Palma", bebí de las bondades de criollos de pura cepa.
Delia Vallejos |
No se cuantos años cumples mi querida Lima. Siempre me confundo y los números jamás han sido de mi agrado. Un abrazo a los que siguen difundiendo el criollismo musical y que no dejan que muera la tradición. Lima, fue centro de cantantes y compositores de nombradía y que jamás olvidamos. Todos los conocemos. Me refiero a los de nuestra edad y a los mayores. ¡Feliz Cumpleaños, Lima! Eres capital del Perú y orgullo de sus habitantes. Cada vez más grande y hermosa. Más moderna y atractiva. Pero sigues siendo mi Lima de siempre. Te obsequio fotos de criollos que enaltecieron tu historia musical. Gracias.
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