Alba Marina y Oswaldo |
Pasada la medianoche envío este saludo a mi amigo Oswaldo Oviedo, que celebra uno más a su estilo y siempre bien acompañado de Alba Marina, su esposa. Somos amigos de la juventud y me liga a Oswaldo el recuerdo de Gilberto, su hermano a quien cariñosamente lo conocíamos como "El Chivo Oviedo". Que me disculpe Margarita, su viuda, y que aparece en esta reseña para beneplácito nuestro y ojalá de ella también. Gracias al Internet y sus correos, hicimos relación ya hace buen tiempo y pertenece a ese grupo de buenos amigos de las promociones estudiantiles del Colegio Nacional "Ricardo Palma" de Surquillo.
Escuchando "Historia de Amor" |
Recurriendo a la imaginación, ya estoy situado en su lindo hogar, allá en los Estados Unidos, y le ofrezco una melodía a través de "Carlos Serván y sus Teclas". He escogido "Historia de Amor" y se la dedico para que la comparta con Alba Marina. Las fotos revelan que el amor entre ambos es esplendoroso. Nos da gusto. Esa felicidad nos llega como un mensaje de cariño a todos sus amigos. La melodía está en su momento de mayor intensidad y la pareja se ha levantado en pijamas y están bailando con el romanticismo que los caracteriza. Se miran a los ojos y ella le dice: ¡Feliz cumpleaños, papito! Oswaldo, se duerme en sus brazos.
Margarita, Alba Marina y los chicharrones. |
Pasan las horas y la noche termina. Ya están despiertos y los tamales y el chicharrón los están esperando, ¡Qué buen desayuno! Viene con todo, con su salsita y los camotitos fritos más el relleno. A la peruana y recordando al "chinito chicharronero del Callao". Muchas felicidades hermano y que se vengan muchos más. Pone en funcionamiento su equipo de música y los valses y polcas comienzan a marcar el nuevo día. 12 de Junio. Fecha especial y que merece celebrarse, porque recibir un nuevo año, es una condecoración que el Divino Dios, otorga sólo a los que lo merecen. ¡A bailar se ha dicho!
Los cuñados Margarita y Oswaldo esperando los camotes y el relleno. |
Se terminó el chicharrón y hay que lavar los platos. Oswaldo se pone el mandil de costumbre y ya está en el lavadero cumpliendo su misión. ¡Sin romperlos, Oswaldo! Está muy nervioso y no es para menos. Se siente preocupado porque hoy descubrió una nueva cana en su cabello. ¿Cuál es el problema? Son las huellas de la vida y que nos adornan con toda su historia. Qué no habrá vivido el dueño del santo. Evoca su niñez al lado de sus viejitos y hermanos en ese Surquillo que nos vio crecer. Hasta gorreamos tranvías y nos pasábamos en el acoplado al otro vehículo para escurrirnos del cobrador. ¡Qué palomilla fuiste Oswaldo!
Nueva Luna de Miel en la bella Carmona, España. |
Sigue el sueño despierto y mientras lava las tazas del desayuno, recuerda a sus amigos en la Gran Unidad Escolar. Ese lindo patio en el que formábamos columnas de muchachos con el uniforme Texoro y lucíamos orgullosos nuestros grados en los hombres de la camisa. "La "RP" está en el brazo y el "zorro" llama a la habitual formación. Luego hablará Rabanal Cárdenas y de allí cada uno a su sección correspondiente. Fueron los años 50 y 60 del siglo pasado los que marcaron su huella en nosotros. Oswaldo se sintió un soldado de la Patria y ahora, en el día de su cumpleaños, se cuadra frente al espejo y dice: ¡Marchen!
Alba Marina y Oswaldo en el gran banquete. |
Vuelve a la realidad y se encuentra con Alba Marina. La observa y no puede creer que está casado con ella. Sigue tan fresca y lozana como cuando la conoció. Ella lo comprende a las mil maravillas y lo toma del brazo y acercándose a su lado, cierra los ojos y le pide un beso. Oswaldo, que ha vuelto de sus recuerdos de juventud, junta sus labios con los de ella. ¡De pronto! Despierta. Está soñando y continúa lavando los platos del desayuno. ¡Qué horror! Pero, no. Ya está a su lado Alba Marina y acariciándole la cabecita le dice: ¡Feliz Cumpleaños, mi amor! Ya son en el Perú la Una y Treinta de la madrugada y lanzo al espacio este saludo. ¡Felicidades mi gran amigo de siempre. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario