Oscar Artacho y mi hermano Ángel. |
¡Qué suerte la de Lidia! Cumplir años en Julio y en lo mejor de las celebraciones patrióticas. Solía escaparse con Ángel, mi hermano, a ver el desfile y luego a almorzar "en la calle", una manera de decir fuera de casa. Es evocar su casita en Balconcillo, aquel su primer hogar y en donde vinieron al mundo mis queridos sobrinos. La mil de veces que fuimos de paseos, cuando mi hermano adquirió su primer carro. ¡Qué serenidad para conducir y trasladarnos a un lugar de campo o a la playa. Son recuerdos eternos.
Aquel tiempo de noviazgo y esos momentos de canto y alegría cuando entonabas tu "Cervecita Blanca", ese lindo huayno de la "Pastorita Huaracina" que, cuando lo oigo, me remonta a tiempos idos mejores. Porque tu naciste en Carhuaz y así conocimos a tu linda mamá, a tu hermana y su esposo, a Nila tan pequeñita y dulce. Cómo voy a olvidar el día de tu matrimonio si hasta llegué a interpretarte unas melodías con mi acordeón. Fue una reunión sencilla, llena de amor y con la presencia de familiares y amigos.
Mis queridos sobrinos Mercedes, Ángel, Luz y José Carlos "Pepe". |
¡Qué años felices! Tus padrinos fueron Oscar Artacho y su esposa y por allí hacía travesuras el pequeño e inquieto Osquitar. Estuvo Carmen Guizado, madrina luego de Mechita, la mayor de los Serván Miranda. Mis tíos Antonio y Lolo. Toda la familia en pleno y tus amigas de Anakol. Barbarita y Ángel, mis padres o tus queridos suegros, disfrutaban del acontecimiento con lágrimas en los ojos. Era el primero de los Serván Meza que contraía matrimonio. Una fiesta de celebración que retorna como por arte de magia.
Permíteme que siga con las evocaciones y te agradezca lo feliz que hiciste a mi hermano. Un gran hombre y mi mayor incentivador para seguir las profesiones que tuve en la vida. Me ayudó a ser locutor y lo mismo hizo cuando opté por la música. De pocas palabras pero grande de corazón. Aquel que prefería estar en casa y nos "cortaba el pelo". Otro incentivo para mí, era verlo fotografiando a la familia. Aquella su primera cámara me sirvió para obtener muchas de mis fotos, porque no fue egoísta y compartió todo conmigo.
Luzco con el terno que me prestó Ángel, mi hermano querido. |
Discúlpame que llore y le agradezca su terno, aquel que me prestó para presentarme a mi primera cita en Radio Victoria o cuando me llevó a Radio El Sol y me consiguió el primer radioteatro con Elías Roca. ¡Qué desgracia fue perderlo! Joven y con cuatro muchachitos que quedaron a tu cargo. Qué feliz estaría hoy con Miluss y Barbarita, sus nietas y a las que quiero por ser eso, tus nietas y las veo cada vez que vuelvo a San Diego, algo así como recogiendo mis pasos. Me lleno de mis viejos, de Ángel Pablo y de ti.
Qué orgullo sentiría que Mechita tiene una odontóloga y un abogado. Angelito, no conozco a sus hijos, pero lo vi ahora último muy centrado y locuaz. Pepe, mi ahijado, y tus nietas y el "Pepe Nano". ¡Cuánto habría que contar! Laboramos con Artacho y juntos hicimos fama con el agregado de César Augusto. Hizo lucir nuestro apellido con "¡Un momentito Serván!" y no sigo más. Disculpa este saludo lacrimógeno pero no tengo otra forma de hacerlo. ¡VIVA EL SANTO! ¡Salud Lidia! Te abrazo con el cariño de siempre. Gracias.
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