Este es "Papi" pero ya "papá". Oscar y su querido hijo. |
Hablar de "Papi" es retroceder en el tiempo y evocar los más hermosos momentos de mi vida. Pocos saben que este reseñador es músico y empezó tocando el acordeón. Muy marcados están los años con el "Cholo Berrocal" y nuestros primeros intentos de hacer bailar a la gente. Mis sueños de ser Carlo Berscia o el fabuloso Feliciano Brunelli, se hicieron realidad y en casi toda esta nuestra cara de la música, Oscar Cornejo Purilla, tuvo relevante importancia porque nos inyectamos de su juventud y entusiasmo.
Están también los consejos de Domingo Rullo que me dio la confianza necesaria en el mundo profesional. Por supuesto, cómo no agradecer a mi hermano Benito Sorrentino Carlá, que me dio ocasión de reemplazarlo nada menos que el Country Club "El Golf" de San Isidro. La verdad que nací con gran suerte. Y completo la serie de agradecimientos a Manuel Revilla Villafuerte, compañero escolar en el Colegio Nacional "Ricardo Palma" de Surquillo, mi primer baterista oficial. ¡Suerte la mía! Fui Locutor y Músico.
Con mi Transicord y el viejo equipo. |
Con Oscar Cornejo, se podría decir que transcurrió casi toda la historia del Hombre del Acordeón. Verlo la primera vez y sentir la sensación de encontrar la sencillez y humanidad de otro músico que siente el arte y no se deja llevar por el interés económico. Eso no significa que no cobró y soy sincero en decirlo. Compartía con él "los chivos". Si el ingreso era mayor, no dejaba de estimularlo con algo más. Lo importante es que fue un elemento valioso por su calidad de artista y la confianza que tenía en su comportamiento.
Vivió mucho tiempo en esa Quinta de la Av. Los Incas en los Barrios Altos y lo visitaba, al margen de las fiestas, para compartir gratos momentos con su querida mamá, una señora todo bondad cuyo rostro era el reflejo de un alma generosa. Sus amigos de barrio, el loco Miguel y aquel que hizo de "palo blanco" en la fiesta de Año Nuevo del Country Club "El Bosque" de la Planicie. Parecía un Elvis Presley. "Un fonomímico de la guitarra" y espectáculo aparte en el escenario. Era el "bajista" y ¡ojo!... se lo creía. Saludos.
El Dr. Oscar Cornejo Cobeñas su hijo y orgullo como médico. |
Creo, sin temor a equivocarnos que, con la guitarra de Roberto Uceda, realizamos los bailes más fastuosos de la sociedad limeña e inolvidables celebraciones de Año Nuevo. Gregorio Huaroto, el excelente dueño de ARKIV PERÚ en Internet, lo recuerda la vez que concurrió a "Cincomanía" en Panamericana Televisión e hicimos una presentación instrumental muy aplaudida por aquel inolvidable público. El conductor del mismo fue Humberto Martínez Morosini que me clavó la chapa "El Hombre del Acordeón".
Este jueves 4 cumple años mi amigo. Porque así lo considero y como a todos los buenos compañeros de mi agrupación. Hoy "Papi" está feliz con aquel pequeñito que hacía bulla pidiendo su leche en brazos de la madre o la abuela. Se convirtió en médico y es su orgullo, como el mío también. Es el Dr. Oscar Cornejo Cobeñas y creo que ya lo hizo abuelo. ¡Muchas felicidades en la celebración de un año más de vida! Todavía tenemos esperanzas de volvernos a ver y de pronto resurgir con la orquesta. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, OSCAR! Gracias.
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